sábado, 22 de octubre de 2011

Al rico polvorón, protagonizado por un tal Kurt Cobain

Había una vez una casa abandonada en mitad de un pueblo que estaba llena de polvo. Se pusieron todos perdidos y cascaron porque era un polvo tóxico y se volvieron mutantes. Fueron al pueblo de su tía abuela Felisa para comprar polvorones. Aunque era Navidad sentían el peso de la culpa sobre sus almas. Y entonces el cura siguió hablando y dando la chapa a niños que no entendían por qué no se puede usar protección. Mientras, protección civil no pudo ir a la tienda porque se cruzó con un camión lleno de chuches y juguetes,  pegó un golpe y se mató. Pero meditó mucho antes de morir, en sus seis horas de agonía y finalmente llegó al Nirvana.  Simultáneamente, un nene de Jamilena (que estaba muy bueno), se llamaba Kurt Cobain, integrante de una banda y fallecía en aquella casa, debido a un picotazo de abejorro porque no tenía After Bitte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si quieres vendernos tu alma, deja un mensaje. (Pagamos bien)